El excelente compositor de origen italiano Antonio Salieri,
nació en 1750 en la villa de Legnano a orillas del Po, perteneciente entonces a
la República de Venecia, a los trece años había aprendido todo lo que se le
podía enseñar siendo un gran virtuoso de la música. Por alguna razón que las
crónicas no guardan, Franz Gassman, maestro de capilla del Sacro Imperio,
visitó Venecia y tuvo conocimiento del joven Salieri que por entonces tenía 16
años. Como a sus oídos había llegado el extraordinario dote musical del
muchacho, le concedió una audiencia y después de escuchar algunas de sus
composiciones le ofreció una beca de estudios en Viena.
Cuando Salieri llegó al palacio imperial acompañado por
Gassman, acababa de asumir como emperador Josef II, quién inmediatamente
apreció las cualidades musicales del joven. Es importante señalar, que a
diferencia de la imagen que presenta la película Amadeus, de un emperador
timorato, con escaso conocimiento musical, Josef II de Habsburgo, fue uno de
los exponentes más cultos y menos déspotas del conjunto de gobernantes que
constituyeron lo que la historia denominó el despotismo ilustrado. Conocedor de
música, apreció las cualidades de Salieri y cuando Gassman murió, el emperador
lo nombró Hofkapellmeister (palabra que designaba una persona a cargo de la
creación musical).
Pero hablando de la película Amadeus, es sin duda, un buen
films, ganadora de un Oscar de la academia de Hollywood que en su día disparó
las ventas de discos de música clásica o también llamada música culta o académica.
A pesar de ello y a juicio de muchísimos especialistas, esta película cometió
una gran injusticia con uno de los personajes retratados en su argumento, el
Compositor de la Corte y Maestro de Capilla Antonio Salieri.
En escenas de la película, Salieri es presentado como un
músico mediocre que ve cómo el deslumbrante genio de Mozart le roba su
prestigio y su posición en la corte. Esto genera en Salieri un odio visceral
hacia el austriaco que le lleva a sabotear su obra y hasta a procurar la muerte
de Mozart como una venganza hacia Dios, que no le había permitido brillar con
luz propia al enviarle a aquel niño prodigio para eclipsarlo. Hay películas como Amadeus (1984,
Milos Forman) que cuentan una versión de la historia mucho más trágica de lo
que en realidad fue, dándole cabida al mito del asesinato cometido por Salieri,
quien se muestra como un vengativo competidor incapaz de superar a un Mozart
destinado a la gloria eterna. Dicha película tiene como argumento el que
Salieri viviera para ver su obra arropada poco a poco por el olvido mientras
que la de Mozart brillaba más con el pasar de los años, esto era un castigo
divino por su envidia, pero en realidad no ocurrió así.
Nada más lejos de la verdad. Aunque es cierto que ambos
compositores compitieron por su posición predominante en la corte, con ciertos
roces que se pueden catalogar de normales dentro del gremio artístico, es
absolutamente falso que Salieri tuviera la menor inquina contra su competidor.
Cuenta la película que Salieri saboteó el estreno de Las Bodas de Fígaro, en
1786, porque así lo denunció en su día Mozart, pero no se cuenta en la película
que dos años más tarde, al ser Salieri seleccionado como Maestro de Capilla, él
mismo eligió la famosa ópera de Mozart para celebrar la ocasión. Tampoco se
cuenta que Salieri se encontraba en París en el momento del estreno, con lo que
difícilmente hubiera podido influir en el éxito o el fracaso de este estreno en
Viena.
Para ese momento, Salieri era el compositor más popular en
los teatros y salas de conciertos de Europa y su prestigio alcanzó el cenit en
1787 con su ópera Tarare. Incluso viviendo en la órbita de este genio que fue
Mozart, Salieri fue reconocido como un gran maestro, y algunos de sus alumnos
fueron figuras destacadas de la música del siguiente siglo, como Beethoven,
Schubert, Liszt, Czerny o Hummel, por lo que se podría decir que tuvo una gran
influencia sobre parte de la composición musical del romanticismo del XIX.
Incluso alguno de los hijos de Mozart llegaría a ser pupilo de Salieri, lo que
termina de desmontar la tesis de la enemistad acérrima de Salieri hacia Mozart.
Además, la película se burla claramente de las dotes musicales de Salieri,
cuando lo cierto es que Salieri fue un gran compositor, merecedor de un puesto
de honor en la historia de la música. Su único problema fue haber vivido y
desarrollado su talento en la misma época y en la misma corte donde asombraba
al mundo aquel niño prodigio que era Mozart.
Sin duda alguna, la verdad es que es difícil reconstruir todo
esto, después de 200 años. Pero sí puedo atreverme a afirmar que la relación de
Mozart y Salieri versó sobre una rivalidad, por otra parte, comprensible, entre
dos compositores como ellos. Tengamos en cuenta también esa muerte temprana y
rápida que ha hecho de la figura de Mozart una leyenda. Pero también podríamos
mencionar el hecho de que el año de su muerte Salieri dejó de ejercer de
compositor de ópera de la corte después de la muerte de José II pidió el relevo
de su cargo como director de orquesta de palacio. Así es, muerto el monarca
desaparecen todos los buenos y Salieri renuncia.
Antonio Salieri trabajó en Viena durante veinte años y en
este tiempo compuso casi treinta óperas que tuvieron un éxito tremendo en todo
el continente. Así, durante los años que comprenden 1785 y 1790, sí podemos
hablar de una rivalidad entre los dos compositores, que luchaban por conseguir
la aceptación de los vieneses en el ámbito de la ópera italiana sin cambiar de
cantantes. Salieri tenía un estilo totalmente distinto a Mozart: prefería la
gran ópera del estilo francés. Gracias a sus obras más importantes se le
consideró sucesor legítimo de su maestro, Gluck, algo maravilloso para un
compositor italiano. De hecho, Mozart habla en varias de sus cartas de los
triunfos de Salieri no sabemos en qué contexto. Aun así, cuando Salieri asistió
a una representación de La Flauta
Mágica, se mostró muy entusiasmado con lo que era totalmente distinto a su
estilo.
Pero ya concluyendo mi exposición e investigación sobre este
hecho histórico por cierto redondeando de muchas imprecisiones, me surge la
interrogante ¿cómo fue que éste respetable músico se convirtió en el presunto
asesino de Wolfgang Amadeus Mozart? Nadie sabe con certeza, pero en sus últimas
semanas de vida Mozart reportó creerse envenenado y culpó a las hostiles
facciones italianas de la corte de Viena. La gente ató cabos y terminó
señalando a Antonio Salieri. Ni siquiera sus colegas compositores pudieron
resistirse a una historia tan buena. Hay menciones de ella en los cuadernos de
conversación de Beethoven. Weber, el suegro de Mozart, la escuchó en 1803 y
desde entonces trató desdeñosamente a Salieri. Aún después de veinte años la
historia seguía rodando: Rossini hizo un chiste sobre el asunto cuando conoció
a Salieri en 1822, aunque todo responde a puras teorías que no dejan nada por
sentado, prestándose así para muchísimas especulaciones que han crecido a lo
largo de los siglos creando así un gran efecto bola de nieve sobre algo que a
todas luces no posee fundamento escrito y mucho menos histórico. Lo cierto es
que Antonio Salieri fue mitificado más por una contienda que nunca existió con
el gigante Mozart, que por su vasta obra musical.
Lic en Música, Alfonso Rivera
Docente Universidad Experimental de las Artes (Unearte) Caracas/VenezuelaPianista profesional, arreglista, compositor,investigador, postgrado en gerencia cultural, articulista, multi-instrumentista.
Docente Universidad Experimental de las Artes (Unearte) Caracas/VenezuelaPianista profesional, arreglista, compositor,investigador, postgrado en gerencia cultural, articulista, multi-instrumentista.
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